Corsarios, tesoros, piratas… ¡Y empanadas!
- A. J. Castillo
- 13 jul 2018
- 3 Min. de lectura

Al sureste de la isla se encuentra la ciudad de Pampatar, uno de los más antiguos asentamientos de Margarita. Desde el aeropuerto se encuentra a unos 25 minutos, aunque a veces por el tráfico puede demorar hasta el doble de tiempo.
Inicialmente se llamaba “Puerto de Margarita” y fue un importante punto de tráfico durante la época colonial: Aguas profundas, fácil acceso hacia la costa continental y primer punto de arribo para muchos barcos que venían desde España. Así mismo, se convirtió en un importante centro de comercio de perlas y de sal, lo que hizo que prosperara rápidamente.

Fue necesario construir un castillo para proteger a la población de los constates saqueos que recibía el "Puerto de Margarita"
Con tanta bonanza, se hizo inevitable que fuese objeto de saqueos por parte de piratas y corsarios que deseaban hacerse con sus tesoros. Es por ello que se dio inicio a la construcción de un castillo que sirviese de protección para el asentamiento.
Fue así como en 1622 se inició la construcción del Castillo Santiago Borromeo en la bahía, la demoraría 20 años. Su posición era privilegiada, con amplia vista hacia la bahía, la cual era punto de entrada para los buques provenientes desde Isla de Coche cargados con perlas.

"Su posición era privilegiada, con amplia vista hacia la bahía"
Al llegar al castillo se acercan niños a contar la historia a los turistas, nuevamente, aunque son una bonita peculiaridad, puede que el trasfondo de dicha acción sea oscuro, por lo que se debería evitar apoyarlos.
El Castillo es un importante punto de atracción. Diariamente recibe visita constante de toda clase de turistas. Además su importancia histórica y del estado de su conservación, es una clara muestra de la arquitectura colonial española. Con su base estrellada y su larga batería de cañones sólo queda imaginarnos las intensas batallas que se habrán librado en la costa, la cotidianidad y el día a día de tantos soldados que procuraron la defensa de Pampatar.
El Castillo es un importante punto de atracción. Diariamente recibe visita constante de toda clase de turistas. Además su importancia histórica y del estado de su conservación, es una clara muestra de la arquitectura colonial española. Con su base estrellada y su larga batería de cañones sólo queda imaginarnos las intensas batallas que se habrán librado en la costa, la cotidianidad y el día a día de tantos soldados que procuraron la defensa de Pampatar.

"Con su larga batería de cañones sólo queda imaginarnos las intensas batallas que se habrán librado en la costa"
El castillo cuenta con un foso que, en teoría, sería inundado para prevenir la intrusión de los bandidos; sin embargo, por un error de diseño, quedó demasiado elevado como para facilitar llenarlo con agua, por lo cual nunca se utilizó.
El paseo que se ubica a un lado del castillo lleva a la Playa de Pampatar, una playa sencilla pero muy bonita. Además, justo a un lado del castillo se encuentra el famosos “Rincón de las Empanadas” el lugar en el cual, al menos para mí, venden las mejores empanadas de la isla.
Son un conjunto de barras donde hay diversas ofertas de desayunos y bebidas, pudiendo probar desde las típicas empanadas hasta arepas o tequeños (son unos deditos de queso elaborados con harina de trigo rellenos de queso blanco salado típico de la región, luego fritos en aceite de maíz. Su nombre proviene del gentilicio de la ciudad venezolana “Los Teques” donde se dice fueron elaborados por primera vez) además de poder tomar bebidas frías o calientes e inclusive una fría cerveza Polar para paliar el calor de la isla.

Es así que se puede realizar un “desayuno histórico” al visitar la ciudad de Pampatar. Se irán con una grata sonrisa luego de ese delicioso desayuno y además habrán visitado un importante punto histórico de la isla.
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