El sabor de la perla
- A. J. Castillo
- 27 jun 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 jul 2018

El cuerpo se relaja a medida que la brisa margariteña acaricia nuestro rostro, las gaviotas sobrevolando los muelles, el sonido de las olas del mar… ¡Y los autos no se apresuran a desembarcar! El proceso de desembarco del ferri se toma su tiempo, o quizás es que en este punto ya estamos ansiosos por ir a recorrer la isla.
La imagen de la Piña Colada en la mano, bajo la sombra de una palmera a orillas del Caribe la tengo en los párpados, eso no facilita el llenarse de paciencia para desembarcar.
Poco a poco las filas de autos avanzan y por fin estamos en la tierra insular. Antes se acercaban niños a contar historias o a retarnos para arrojar unas monedas al mar con la certeza de que ellos se zambullirían y las rescatarían, pero los tiempos han cambiado y ya no se ven por los alrededores. Aunque eran una fuente de distracción y casi un patrimonio del lugar, representaba un enorme riesgo para los jóvenes que lo hacían.

Es habitual arribar al puerto de Punta de Piedras, Margarita, a final de la tarde o ya siendo de noche. Todo dependerá de la planificación y desde el lugar de procedencia.
Llegar a la posada, hotel o vivienda que se haya alquilado es la prioridad. Es disfrutar y no desempacar lo que se quiere, así que no se debe perder el tiempo y comenzar con el viaje planificado, según la hora a la que lleguen a la isla.
Según la etimología, la palabra «margarita» significa “perla”. Durante la época de la colonización, eran abundantes estas codiciadas gemas en la recién descubierta isla. Se dice que por esta razón se originó el nombre con el que se conoce actualmente a la mayor de las islas que conforman al estado Nueva Esparta: Isla de Margarita

El rincón de las empanadas, junto al castillo de Borromeo en Pampatar
El día debe empezar siempre con un buen desayuno, sobre todo si se tienen tantas actividades que hacer. Las empanadas (un tipo de pastel de masa fina de maíz) rellenas con cazón o frutos del mar son la especialidad y las más deseadas; aunque hay muchos ingredientes extras, el saber que son éstos los más frescos lleva a que los visitantes y propios los consuman en mayor medida. En lo particular, prefiero desayunar empanadas en Pampatar, junto al Castillo San Carlos de Borromeo, pues considero son las mejores de la isla; sin embargo, lo tradicional es ir al Mercado de Conejeros, el cual se encuentra cerca de la ciudad de Porlamar.
El Mercado de Conejeros se divide en dos secciones, una destinada a la venta de desayunos y otra a la venta de mercancía. La verdad es que es un caos de personas, sobre todo los fines de semana. Los desayunos son bastante generosos acá, siendo el típico el desayuno oriental o desayuno criollo: Una taza de asopado de cangrejo y un plato combinado con caraotas (frijoles negros), cazón, huevos, aguacates y dos arepas… ¡Y su respectivo jugo o zumo de frutas!
Desayuno Criollo en el mercado de Conejeros
Una vez nos llenamos de energía con el delicioso desayuno, hay importantes puntos de interés cerca de ambos lugares que podemos aprovechar de visitar: El Castillo San Carlos Borromeo en Pampatar y el Valle del Espíritu Santo a un par de kilómetros de Conejeros.
En las próximas entradas contaré más detalles al respecto.
Preciosos recuerdos de la Isla de Margarita!!!